Los carteles y las señales son elementos clave en la comunicación visual de cualquier empresa o espacio público, ya que cumplen la función de informar, orientar o promocionar de manera clara y efectiva.
La cartelería se refiere a la creación de carteles impresos, que pueden tener distintos tamaños y formatos, y su propósito puede variar desde publicitar un producto o servicio hasta transmitir información relevante dentro de un espacio determinado. Los carteles pueden instalarse tanto en interiores como en exteriores, y suelen estar fabricados en materiales resistentes, como PVC, aluminio o papel plastificado, que garantizan su durabilidad frente a las condiciones climáticas. En los entornos comerciales, la cartelería es una herramienta indispensable para captar la atención del público, resaltar promociones o reforzar la identidad de marca. Gracias a la posibilidad de personalización, cada cartel puede adaptarse a las necesidades y estilo visual de la empresa.
Las señales, por otro lado, tienen una función más orientativa y de regulación. Son esenciales para guiar a las personas dentro de un espacio, ya sea en un entorno público como calles y carreteras, o en entornos privados como oficinas, tiendas o centros comerciales. Las señales pueden indicar direcciones, advertir de peligros, señalar entradas y salidas, o delimitar zonas específicas. Además de su función informativa, las señales también deben cumplir con normativas de seguridad y accesibilidad, especialmente en lugares con gran afluencia de público. Al igual que la cartelería, las señales se fabrican en materiales duraderos y resistentes, y pueden personalizarse para adaptarse a la estética de la empresa o cumplir con requerimientos específicos.